jueves, 28 de noviembre de 2013

Los Tejidos que nos rodean

En el momento en el que el óvulo y el espermatozoide fusionan sus núcleos, dan a lugar a la llamada célula huevo o cigoto. Este cigoto rápidamente comienza a dividirse por mitosis dando lugar a células idénticas a él. Pero llega un momento en el que las células experimentan un proceso denominado diferenciación celular, mediante el cual se produce un cambio de morfología con respecto a las demás células. Así pues, estas células diferenciadas se organizan formando lo que nosotros denominamos tejidos formando el nuevo individuo.
Estos tejidos varían, por lo tanto, dentro del organismo según la función que desempeñan dentro de éste.
En esta estrada veremos y comentaremos algunos tejidos vegetales y animales.





 En esta primera fotografía observamos células de parénquima, uno de los tejidos definitivos que constituyen los vegetales.
Como podemos observar, las células parenquimáticas tienen una forma redondeada y presentan una fina pared que las separa las unas de las otras formando una masa continua. Entre estas células presenciamos gran número de espacios.
Si nos fijamos bien en la imagen, vemos que las células tienen en su interior unos gránulos -probablemente gránulos de almidón-, de lo que podemos deducir que las células parenquimáticas tienen una función metabólica, en este caso de reserva.


Esta fotografía se corresponde con las células que constituyen la epidermis de un vegetal.
En ella observamos unas células alargadas que están perfectamente ordenadas y unidas recubriendo toda la superficie sin dejar huecos; se trata de las células epidérmicas. Sin embargo, entre estas células aparecen intercaladas unas estructuras más redondeadas: los estomas. Estos, aunque no se aprecia demasiado bien, están formados por dos células que dejan un espacio entre ellas llamado ostiolo, representado en la imagen de un tono mas oscuro.


En esta otra imagen observamos un tejido meristemático de la raíz de un vegetal.
Vemos en la imagen, que hay una zona en la que las células están más próximas las unas de las otras, lo que nos conlleva a deducir que es una zona en la que se producen continuas divisiones a partir de unas células pequeñas y "frágiles" denominadas células meristemáticas. Además observamos que según nos vamos alejando de esta zona de continua división (meristemo), las células van adquiriendo una forma distinta a la inicial, es decir, sufren una diferenciación.
Por último, cabe destacar que este meristemo está protegido por un órgano que constituye el extremo de la raíz denominado cofia.


En esta imagen aparecen unas células de esclerénquima un tanto especiales. Como vemos, éstas tienen forma de fibras y presentan una tinzión diferente al tejido que las rodea. De esto podemos deducir que son células muertas con una pared gruesa lignificada.
Al tratarse de células muertas, estas células presentan únicamente una función de soporte. En el caso de la fotografía sirve de sustento a un pétalo de Dionysia.


Para acabar con los tejidos vegetales, en esta imagen observamos colénquima. Como podemos ver, la característica mas evidente de las células colenquimáticas es que presentan engrosamientos discontinuos en sus paredes. Cabe destacar que este tejido se encuentra repartido por diversas zonas de la planta y cumplen una función de soporte de los órganos en crecimiento.


En esta fotografía, observamos el tejido más duro de los tejidos conectivos: el tejido óseo compacto.
Este tejido presenta una matriz extracelular sólida debido a la presencia de sales de calcio.
Como vemos en la imagen, presenta unas láminas que se organizan formando una estructura de anillos concéntricos llamada Sistema de Havers. En estos anillos observamos unas "manchitas" que se denominan lagunas óseas, en las cuales se sitúan los osteocitos (células que constituyen el tejido óseo). 
Por último, observamos que el centro del sistema presenta una tinción diferente, ya que es en centro donde se sitúan el nervio y los vasos sanguíneos que riegan este tejido.


En esta imagen aparece un tejido animal, denominado tejido cartilaginoso, un tipo de tejido conectivo formado por una matriz extracelular semisólida. Esta peculiaridad le da al tejido cartilaginoso una cierta resistencia y flexibilidad. Observamos además, grupos de condrocitos(células constituyentes del tejido cartilaginoso) que se sitúan muy alejados los unos de los otros. Esto se debe, a que las células, al dividirse, quedan "encerradas" por esa sustancia semisólida, impidiendo que las células puedan moverse libremente como lo harían las células del tejido sanguíneo.


En esta fotografía observamos tejido sanguíneo (tejido vascular).
En la imagen observamos gran cantidad de glóbulos rojos con muchísima separación entre ellos. Estas separaciones entre ellos se debe a que las células sanguíneas se encuentran en continuo movimiento por encontrarse inmersas en un líquido denominado plasma. 
Además de los eritrocitos, se aprecian unas células notablemente más grandes que podrían ser granulocitos, ya que su núcleo presentan diversas formas.



En esta imagen, se muestra un tejido muscular estriado cardíaco.
Se puede ver que en este tejido las células se organizan formando un bandeado transversal, de ahí su nombre.
Además, al tratarse de tejido cardíaco, las células que lo constituyen son células cortas y uninucleadas, las cuales se unen estrechamente formando una red. La finalidad de esta disposición es aumentar la superficie de unión y crear así una mayor resistencia. 


Para finalizar, en esta última fotografía, observamos tejido adiposo. 
Este tejido, como se ve claramente, está formado principalmente por unas células llamadas adipocitos, las cuales presentan gotas de grasa que constituyen el 95% del peso de la célula. Por lo tanto podemos suponer que la función del tejido adiposo es de reserva. 
Cabe destacar que el tejido adiposo se puede considerar un tipo de tejido conjuntivo laxo que presente muchos adipocitos. 






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